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Desahucio de okupas o de inquilino moroso, ¿en qué se diferencia?

Desahucio de okupas o de inquilino moroso, ¿en qué se diferencia?

27 Mar.- Para diferenciar entre ambos tipos de desahucio, es necesario primero establecer la distinción entre los sujetos involucrados, quienes cometen a su vez diferentes tipos de infracciones. Estáte atento a este artículo y en Desokupa Expres te sacamos de dudas.

Por un lado, el okupa se define como aquella persona que se establece en una vivienda sin tener ningún derecho legal sobre la misma. Este individuo se caracteriza por tomar posesión de un inmueble sin contar con un acuerdo formal, como un contrato de arrendamiento, que le otorgue legitimidad para habitar el espacio en cuestión.

Por el contrario, el inquilino moroso se refiere a aquel arrendatario que, por diversas razones, deja de cumplir con sus obligaciones contractuales al no abonar el alquiler correspondiente. A diferencia del “okupa”, el inquilino moroso sí ha establecido un contrato de arrendamiento que regula sus derechos y obligaciones con respecto a la propiedad arrendada. Sin embargo, al dejar de pagar el alquiler, incumple con dichas obligaciones, lo que puede derivar en conflictos legales y en el eventual desahucio por parte del propietario.

Al igual que sus características como sujetos activos difieren, los preceptos específicos del Código Penal (CP) y de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) que se infringen en cada situación, son diferentes

En relación con la okupación al uso, el código penal sanciona esta situación bajo la calificación de “usurpación de bienes inmuebles” (artículo 245), que no se ha de confundir con el allanamiento de morada (artículo 202), pues esta se realiza en viviendas que constituyen, morada.

Por otro lado, la inquiokupación no cabe en este supuesto penal, pues el artículo 245 requiere “violencia o intimidación” para ocupar el inmueble. Es por esto que, en el caso del inquilino moroso, debemos entonces referenciar la Ley de Arrendamientos Urbanos, pues las infracciones podrían incluir incumplimientos de los términos del contrato de arrendamiento y de las obligaciones de pago, todas ellas establecidas en la LAU.

Sin embargo, este supuesto podría también tener implicaciones penales, tal y como están debatiendo los colegios de abogados, dependiendo de las circunstancias, pues en relación con el impago del alquiler, se podría infringir el artículo 248, o 250 del Código Penal relacionados con la estafa.

Es importante destacar que, en algunos casos y tratándose de unas infracciones relativamente novedosas, la interpretación de la ley y la determinación de los preceptos específicos que se están incumpliendo en cada caso pueden variar según las circunstancias individuales y la jurisprudencia aplicable.

De esta forma, una vez determinadas las diferencias, los procesos para recuperar la efectiva posesión de las propiedades son relativamente similares.

En primer lugar, se puede acudir a la vía civil para solicitar un desahucio exprés, introducido por la Ley 5/2018, de 11 de junio, que modificó el artículo 250 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, tratando de solucionar el problema de las dilaciones en los procedimientos de desahucio ordinarios.

Igualmente, cabe acudir a los tribunales de justicia de los órdenes penales y civiles para iniciar el proceso de desahucio mediante el procedimiento ordinario. No obstante, es importante tener en cuenta que este proceso puede ser bastante prolongado debido a las dilaciones inherentes al sistema judicial, y los continuos cambios legislativos en esta materia.

Finalmente, el método más rápido es el de la contratación de empresas privadas especializadas como Desokupa Expres. Estas empresas cuentan con experiencia y conocimientos específicos para llevar a cabo el proceso de desalojo de manera eficiente y rápida, evitando así las demoras que pueden surgir en los procedimientos judiciales ordinarios.

En resumen, tal y como podemos observar, aunque tanto los desahucios de okupas como los de inquilinos morosos persiguen la misma finalidad: restablecer los derechos del propietario y garantizar el cumplimiento de la normativa legal relacionada con la ocupación ilegal de viviendas, los objetivos judiciales varían. Mientras que en los desahucios de okupas la principal pretensión es verificar la legalidad de la ocupación y emitir una orden de desahucio para recuperar la propiedad, en los desahucios de inquilinos morosos se busca verificar la existencia de la deuda y emitir la orden de desahucio correspondiente.

En Desokupa Expres trabajamos en colaboración con un equipo de asesoramiento jurídico especializado para llevar a cabo todas nuestras actuaciones dentro del marco legal, ofreciendo a nuestros clientes atención especializada y resultados fiables.

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